Para atraer la atención, generar interés y crear posicionamiento, primero hay que pensar en los colores. Luego, en las formas y otros elementos visuales. El neurodiseño explica por qué.
El neurodiseño estudia la manera en que el cerebro recibe información visual y responde ante los estímulos. Este conocimiento ayuda a elaborar estrategias de marketing más eficaces y se enfoca en generar una percepción positiva en los consumidores.
El estudio de la mente, al servicio del marketing y la publicidad
El concepto de neurodiseño se enmarca en primer lugar en el ámbito de las neurociencias. Es decir, de los campos de estudio que abordan el sistema nervioso del ser humano desde distintas perspectivas.
Luego se puede hablar de neuromarketing y de neurociencias del consumidor. Lo que importa en este caso es que el neurodiseño es el resultado de las investigaciones acerca de cómo el cerebro responde a ciertos estímulos, en su mayoría visuales.
La información que se obtiene es valiosa en el mundo del marketing y la publicidad. Los profesionales que se ven beneficiados son muchos y van desde diseñadores gráficos a expertos en UX/UI (Experiencia de Usuario e Interfaz de Usuario).
Lo que se logra gracias a este campo de investigación es optimizar el diseño de productos y servicios. La comunicación visual también se vale del neurodiseño para obtener mejores resultados.
Cómo reacciona el cerebro a las imágenes
La manera en que se procesa la información visual influye en la toma de decisiones y en el lugar simbólico que ocupa una marca en la mente del consumidor -posicionamiento-.
Toda imagen es procesada en mayor medida en el lóbulo occipital del cerebro. Luego viaja hacia otras regiones. Muchas de estas están vinculadas a las emociones y a reacciones instintivas.
En resumen, los juicios racionales quedan en segundo plano y no tienen el mismo peso que los componentes subjetivos. Lo emocional ocupa el centro de la escena. Los usuarios o consumidores reaccionan sin entender bien por qué lo hacen.
Emociones y subjetividad
El desafío de las marcas y de las compañías está en saber aprovechar la información que aporta el neurodiseño. Esta se elabora y se tiene en cuenta al momento de desarrollar las estrategias de marketing y comunicación.
El mayor objetivo pasa por influir en las emociones y en las percepciones subjetivas del target. Hasta los aspectos más prácticos se piensan desde esta perspectiva.
Un ejemplo concreto es el del envase de un producto. A fines prácticos, se podría decir que es lo que contiene o está en contacto con el producto -una botella de plástico con un líquido, un envoltorio de papel con comida-.
Sin embargo, el mismo envase influye en la subjetividad de la persona y determina en gran parte la experiencia de consumo. La clave está en los vínculos emocionales que se crean.
Las neurociencias y sus aplicaciones en marketing
El neurodiseño se puede aplicar en espacios tan numerosos como diversos. Se encuentra, por ejemplo, en el diseño de la identidad de marca. En los colores, en la tipografía y en los distintos elementos visuales.
También está en los puntos de venta, ya sea en los que son exclusivos de una marca o en los generales, a través de acciones de marketing.
Está en las redes sociales, en las publicaciones que hace un community manager. Los sitios webs y las aplicaciones son otros espacios virtuales que no se quedan fuera.
Claves del neurodiseño
Los procesos que se dan en el sistema nervioso de un ser humano muestran cuáles son las prioridades que hay que tener en cuenta a la hora del diseño.
Todo comienza con el color. El neurodiseño indica que la percepción de las distintas tonalidades es lo primero que se da en el cerebro. Influyen tanto los colores en sí como las combinaciones que se hagan de ellos.
Es una de las claves para atraer la atención de los consumidores y para generar una impresión duradera. Cada color además tiene su significado y ayuda a comunicar información esencial de la identidad de marca.
Luego vienen otros elementos como la forma y el tamaño, que también son claves para trabajar la atención.
El texto también lo es, aunque el neurodiseño explica que su interpretación necesita de un mayor procesamiento cerebral.
Primero se da la recepción de los estímulos y la asimilación por parte del cerebro. El sentido aparece cuando esta información básica es interpretada en función de la cultura y las experiencias previas de cada persona, entre otras cosas.
Para concluir, toda la información que aporta el neurodiseño permite crear experiencias visuales significativas. El uso de esta herramienta queda a la vista en la comunicación de una marca y en los vínculos que se crean con las emociones de los consumidores.
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