Explora cómo la UX/UI y el Branding trabajan juntos para fortalecer la identidad de marca y mejorar la experiencia del usuario en el mundo digital.
El diseño, en su esencia, ha sido siempre una herramienta para resolver problemas de comunicación centrados en el usuario y su experiencia. Antes de que los términos UX (Experiencia de Usuario) y UI (Interfaz de Usuario) se popularizaran en el ámbito digital, los principios que subyacen tras ellos ya formaban parte del núcleo del diseño. Ya sea en la creación de un papiro en el antiguo Egipto, en la disposición tipográfica de un libro durante el Renacimiento o en la configuración ergonómica de un utensilio, el objetivo ha sido siempre facilitar la interacción, comprensión y experiencia del usuario. Así, la noción de que el diseño debe estar orientado hacia la experiencia y necesidades del usuario no es un concepto contemporáneo, sino una constante que ha prevalecido a lo largo de la historia del diseño.
UX y UI son nociones contemporáneas que hablan de la experiencia de usuario y de la interfaz de usuario en materia de Branding de plataformas digitales.
Una de sus ventajas principales consiste en que permiten transmitir de forma concreta y tangible el carácter simbólico de la identidad de marca.
Branding: por qué es importante implementar UX/UI
La sigla UX corresponde a “User Experience”, término en inglés que se traduce como “Experiencia de Usuario”. La misma se refiere a las percepciones, los sentimientos y las impresiones que tiene una persona determinada ante el uso o consumo de un producto, servicio o sistema, sea físico o digital.
El Branding está inserto en una estrategia de marketing que define un target. La Experiencia de Usuario lleva ese conocimiento aún más lejos: pone la lupa en el público objetivo para diseñar productos y servicios que sean de su satisfacción, y optimizar resultados.
En el entorno digital esto se aprecia con claridad en sitios webs y aplicaciones. Un sujeto puede estar interesado en adquirir un producto o servicio de manera virtual. Sin embargo, si no encuentra la manera de hacerlo, lo más probable es que desista.
En resumen, no se trata solo de saber quiénes son los usuarios, qué buscan, qué desean y cuáles son sus intereses, sino también de analizar qué es lo que esperan al interactuar con la marca.
La UI (“User Interface”, “Interfaz de Usuario”) se enfoca en todo lo que tiene que ver con el diseño gráfico de una aplicación o URL. El fin siempre es el de brindar la mejor experiencia posible para el usuario.
Ambas prácticas parten de las mismas premisas en el mundo digital. Algunas de ellas son las siguientes:
Uso intuitivo. Todo usuario debe poder navegar y moverse a través de una plataforma o una aplicación sin necesidad de leer ninguna guía ni de ver ningún tutorial.
Menos es más. La necesidad de simplificar es clave en materia de UX/UI.
Rapidez. Se aplica tanto al tiempo que tarda en cargar una URL o una app como a lo que necesita un usuario para decidir.
Contenido valioso. La información disponible debe ser útil y pertinente. Tiene que aportar valor sin perder su carácter de simple.
Cuál es el vínculo entre el Branding y UX/UI
Todo lo mencionado debe estar alineado con la identidad de marca.
En el caso de la UI, por ejemplo, el diseño orientado a generar un posicionamiento favorable debe corresponder a la identidad visual de la empresa o negocio (misma tipografía, mismos colores y demás).
Así como el Branding se basa más en emitir mensajes, UX/UI plantean una interacción clave. El consumidor se ubica en el centro de la escena. Conocerlo en profundidad es la llave que conduce al éxito.
El Branding como punto de partida
La construcción de la identidad de marca tiene como objetivo principal comunicar de manera simbólica las características propias de una empresa o negocio. Al mismo tiempo, representa una toma de postura respecto a la competencia, de la cual debe diferenciarse.
Este proceso se fundamenta en las percepciones y experiencias que un consumidor o usuario, o el público objetivo en primera instancia, guarda de un negocio.
El Branding, por su parte, consiste en todas aquellas acciones que parten de una estrategia y que se llevan a cabo con el fin de “moldear” dichas impresiones.
El contexto es un factor fundamental. Los consumidores se mueven más por variables emocionales que racionales. Las marcas, entonces, deben darle un carácter subjetivo a lo que hacen o venden.
Tanto la UX como la UI se enfocan en el usuario o consumidor y trabajan para que el vínculo entre este y el producto o servicio sea lo más eficaz posible. Lo que se genera son percepciones que influyen en la construcción simbólica que el sujeto hace de la marca en cuestión.
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